domingo, 19 de enero de 2014

Oooooommmmmm...



La palabra es sonido. 
El sonido es vibración. Vibración es energía. 
Según el hinduismo, el mantra Om es el sonido primigenio del Universo, el origen y principio de todos los mantras. De hecho, se dice que el sonido Om es el sonido que sostiene al Universo.



Todo en el Universo es vibración. Albert Einstein demostró a la física mundial que todo en el Universo es energía, incluidos lógicamente los seres humanos. Por tanto, todo en el universo vibra.
Si observásemos la naturaleza a través de un microscopio veríamos que todo en ella está compuesta por millones de átomos, que a su vez están compuestos por millones de electrones que están en continuo movimiento. Pura energía en movimiento. Este movimiento origina una cadencia que crea una onda.  Siempre que coexisten cadencia, onda y forma, se produce sonido. Y el sonido no es más que una vibración.




Cada célula de nuestro cuerpo está en contínua vibración. Por ello es muy fácil sentirse en sintonía con determinados sonidos: el canto de un pájaro, la música clásica, los balbuceos de un bebé... porque conectan con nuestra frecuencia vibratoria más pura, conecta con nuestra esencia. Y en cambio es fácil sentirnos molestos con ruidos poco armónicos como los chillidos estridentes, los ruidos de una taladradora... porque desentonan con nuestra esencia.

OM es una vibración muy potente, yo me atrevería a decir la más potente que existe en tanto que, cuando la pronunciamos pausada y relajadamente nos conecta con una frecuencia vibratoria que consigue sintonizarnos con un estado de paz interior. Al pronunciarla conscientemente, nos reconectamos con lo que en realidad somos debajo de tantas capas y corazas. Logramos contactar con nuestra esencia.


En relación a sus efectos específicamente fisiológicos, la pronunciación "Oooooo" hace vibrar la caja torácica estimulando las células pulmonares y permitiendo un mejor intercambio gaseoso, produciendo efectos muy marcados sobre los órganos del torax y sobre el abdomen y a la vez activando las glandulas endocrinas.

El "Mmmmm" musitado y vibrado en la cabeza produce una vibración craneal, generando un masaje en toda la corteza cerebral estimulando el hipotálamo, la hipófisis y la pineal; la primera controla la síntesis de numerosas hormonas, que se relaciona con el equilibrio y asegura la orientación del cuerpo en el espacio, la segunda coordina el ritmo de la respiración y los latidos del corazón.

Ahora no tienes excusa para no pronunciar un OM pausado y relajado, siendo consciente de todos los beneficios que produce en tu cuerpo físico y sutil. Así que... adelante. ¡Experiméntalo!

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