jueves, 30 de enero de 2014

Swadhisthana Chakra


Con el primer chakra hemos aprendido a relacionarnos con nosotros mismos y ahora podemos mirar nuestras relaciones con los demás. Ya tenemos estabilidad interna, fuerza y seguridad para poder afrontar las relaciones. Podemos comenzar a expandirnos, fluyendo hacia los otros y comenzar a tener cosas en común con ellos, estimulando por primera vez la creatividad 


Swadhisthana Chakra se encuentra situado justo debajo de nuestro ombligo. Es el que se ocupa de la expresión sexual, de las relaciones y de la creatividad. Es el centro de nuestra autoexpresión.
Está asociado físicamente a nuestro sistema reproductor, así como a la vejiga, intestinos y colon. Por ello, cualquier disfunción en este chakra tiene efectos sobre dichos órganos.


Al ser el chakra que regula nuestra sexualidad, es el chakra de la creatividad. Y qué mayor creatividad que el de la gestación de una nueva vida. Por ello, frecuentemente las disfunciones en la capacidad de procrear pueden tener su origen en un desequilibrio en Swadhisthana chakra.


La relación que tenemos con nuestra pareja también influye en cómo funciona este centro energético. La existencia de celos, de inseguridades y desconfianzas implican una disfunción en dicho chakra, con lo cual deberé revisar por qué mi relación está teniendo esos tintes de posesividad y miedo a perder al otro.

Las relaciones con el resto de personas de mi entorno -familia, amigos...- son también un indicativo de cómo está equilibrado o no este centro energético. ¿Realmente mis relaciones son verdaderas y sanas? ¿O sólo son interesadas? ¿Comparto lo que tengo? ¿Critico a mis amigos? ¿Me alegro de verlos felices? ¿Les juzgo?
No hay que olvidar que cuando tiendo al amor incondicional, voy encontrando poco a poco ese equilibrio en mi vida a todos los niveles.



Y finalmente, este chakra regula todo el aspecto creativo de mi vida. La creatividad parte de un buen funcionamiento de este centro. Por eso, tengo que observar cómo fluye la creatividad en mi vida: ¿necesito que me indiquen lo que tengo que hacer y cómo hacerlo? ¿O soy capaz de crearlo yo sol@? ¿Necesito seguir un patrón establecido para hacer algo perfecto? ¿O tengo facilidad para crear lo que sea sin importarme que no resulte una obra maestra? ¿Me dejo conducir por otros?  ¿o elijo mis propios caminos?


La manera de equilibrar este chakra pasa primero por ser consciente de lo que está bloqueado e intentar soltarlo, dependiendo de lo que sienta que está en desequilibrio: bien sea dialogando con mi pareja, o bien revisando mi actitud en mis relaciones de amistad y de familia, o bien intentando conocer de donde viene el bloqueo en mi creatividad.



Posteriormente, podremos trabajar este chakra con sencillas pautas:


-Pranayama: los ejercicios de respiración que trabajan la zona del abdomen activan Swadhisthana Chakra
-Una buena práctica es bailar soltando el cuerpo, sin vergüenza, sin limitaciones. Puedes hacerlo en un espacio en el que te encuentres sol@ poniendo la música que más te guste y experimentando lo que sientes al dejar que el cuerpo fluya con la música.
-Asanas de Yoga como el Guerrero, el Arco, el Puente, la postura de la danza de Shiva, y en general todas las que trabajan nuestro centro abdominal, ayudan a equilibrar Swadhisthana Chakra


lunes, 20 de enero de 2014

Orden en el caos




Las clases de Yoga para Niños suelen ser caóticas por momentos. Al menos las mías... 


¿Y eso es malo? En absoluto. Los padres y las personas que trabajamos en pro de una educación consciente sabemos que el caos es una llamada de atención hacia un cambio. Bien hacia una escucha y observación más profunda para ver lo que hay detrás, bien a través de un cambio en la actividad, bien poniendo límites conscientes o bien a través de otras acciones respetuosas con los niños.

Los niños, al igual que los adultos, necesitan estados de expansión y de contracción, como nuestra respiración. Se expanden en una actividad abierta, jugando libremente, corriendo por el parque... Y se contraen en una actividad de recogimiento, de concentración, como escuchando un cuento, o centrándose en una actividad manual, o simplemente cerrando los ojos y visualizando una figura. Los niños requieren de esos ritmos de expansión y contracción alternativamente para fluir con los ritmos de la naturaleza y lograr encontrarse bien.

Los pequeños viven el presente, el ahora. Vienen con sus emociones disparadas a flor de piel, con sus vivencias del día impacientes por contármelas, y sobretodo con su pequeña carga de frustraciones, enfados o alegrias.
Mi forma de trabajar el Yoga con Niños no es rígida, ni impositiva. Es fluida. Fluye en cuanto que cada día es distinto, porque cada niño viene de forma distinta a clase en función de muchos factores: de cómo haya estado el ambiente en su casa, de cómo ha sido su dia de cole, de qué tiempo hace en la calle...

Por ello, para mí es importante que ellos encuentren un espacio para expresar esas emociones que no encuentran forma de canalizar en su vida cotidiana. Un espacio de soltar, de compartir, donde encuentren calor y comprensión. Todo ello con juegos en los que desarrollan -sin darse cuenta- habilidades de concentración, comunicación y sobretodo de fuerza de voluntad.

Y por supuesto, también trabajamos las posturas clásicas de Yoga, pero de distintas formas a los adultos -es impensable que un niño pequeño mantenga una postura de yoga más allá de unos segundos, porque su naturaleza inquieta les invita a moverse contínuamente- Por ello las posturas de yoga las trabajamos con música, imitando animales, o improvisando cualquier otro juego.


Yoga significa unión. Y un estado de yoga es la unión de mente, cuerpo y emociones con la finalidad de encontrar un equilibrio y una actitud de crecimiento y comprensión ante la vida. Los niños de hoy en día están sometidos a muchas tensiones, a una exposición excesiva a pantallas electrónicas (tv, tablets, juegos en teléfonos), a falta de horas con sus padres porque están trabajando... Por ello es importante darle al niño ese espacio para que suelte esos sentimientos que normalmente no pueden soltar en casa y que hacen que sus comportamientos en ocasiones nos parezcan incomprensibles. Ellos van soltando sentimientos, simplemente jugando, sin decirles que lo hagan. Y sin darse cuenta, van "limpiando" patrones acumulados de rabia, dolor, inseguridad, etc.

Trabajar con el caos supone trabajar siempre con actividades que se adaptan a la situación que está generándose en ese momento. No hay dos clases iguales, al igual que no hay dos situaciones de vida iguales. Todo cambia a cada segundo, y los niños son una fuente de fluidez y creatividad contínua.

Hay que estar preparado para saber canalizar ese caos, esa naturaleza vibrante y movida de los niños -no olvidemos que son como cachorritos, y los cachorritos no paran de moverse, de curiosear, de aprender jugando- Por ello, en cada clase de Yoga para Niños no sólo aprenden ellos, también aprendo yo de ellos a fluir y a no resistirme al cambio.

Son unos grandes maestros los niños. Siempre aprendo de ellos.


No te rindas




No te rindas, aun estas a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, 
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo
No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños
destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo

No te rindas, por favor no cedas, aunque el frio queme, aunque el miedo muerda
aunque el sol se esconda y se calle el viento, aun hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
porque lo has querido y porque te quiero

Porque no hay heridas que no cure el tiempo
abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron
Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto
bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo
celebrar la vida y retomar los cielos

No te rindas por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda
aunque el sol se ponga y se calle el viento
aun hay fuego en tu alma, aun hay vida en tus sueños
porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento
porque no estas sola, porque yo te quiero
 (Poema atribuido a Mario Benedetti)


domingo, 19 de enero de 2014

Oooooommmmmm...



La palabra es sonido. 
El sonido es vibración. Vibración es energía. 
Según el hinduismo, el mantra Om es el sonido primigenio del Universo, el origen y principio de todos los mantras. De hecho, se dice que el sonido Om es el sonido que sostiene al Universo.



Todo en el Universo es vibración. Albert Einstein demostró a la física mundial que todo en el Universo es energía, incluidos lógicamente los seres humanos. Por tanto, todo en el universo vibra.
Si observásemos la naturaleza a través de un microscopio veríamos que todo en ella está compuesta por millones de átomos, que a su vez están compuestos por millones de electrones que están en continuo movimiento. Pura energía en movimiento. Este movimiento origina una cadencia que crea una onda.  Siempre que coexisten cadencia, onda y forma, se produce sonido. Y el sonido no es más que una vibración.




Cada célula de nuestro cuerpo está en contínua vibración. Por ello es muy fácil sentirse en sintonía con determinados sonidos: el canto de un pájaro, la música clásica, los balbuceos de un bebé... porque conectan con nuestra frecuencia vibratoria más pura, conecta con nuestra esencia. Y en cambio es fácil sentirnos molestos con ruidos poco armónicos como los chillidos estridentes, los ruidos de una taladradora... porque desentonan con nuestra esencia.

OM es una vibración muy potente, yo me atrevería a decir la más potente que existe en tanto que, cuando la pronunciamos pausada y relajadamente nos conecta con una frecuencia vibratoria que consigue sintonizarnos con un estado de paz interior. Al pronunciarla conscientemente, nos reconectamos con lo que en realidad somos debajo de tantas capas y corazas. Logramos contactar con nuestra esencia.


En relación a sus efectos específicamente fisiológicos, la pronunciación "Oooooo" hace vibrar la caja torácica estimulando las células pulmonares y permitiendo un mejor intercambio gaseoso, produciendo efectos muy marcados sobre los órganos del torax y sobre el abdomen y a la vez activando las glandulas endocrinas.

El "Mmmmm" musitado y vibrado en la cabeza produce una vibración craneal, generando un masaje en toda la corteza cerebral estimulando el hipotálamo, la hipófisis y la pineal; la primera controla la síntesis de numerosas hormonas, que se relaciona con el equilibrio y asegura la orientación del cuerpo en el espacio, la segunda coordina el ritmo de la respiración y los latidos del corazón.

Ahora no tienes excusa para no pronunciar un OM pausado y relajado, siendo consciente de todos los beneficios que produce en tu cuerpo físico y sutil. Así que... adelante. ¡Experiméntalo!

sábado, 18 de enero de 2014

Respira y Equilibra




Cuando respiras únicamente por la fosa nasal izquierda, activas tu hemisferio cerebral derecho, tu lado más creativo, intuitivo, relajado, emocional...tu lado lunar. En cambio cuando respiras por la derecha, activas el hemisferio izquierdo, el que trabaja la lógica, lo racional, la actividad, lo espacial... tu lado solar.

En Yoga, cuando practicamos la Respiración Alterna, nivelamos ambos hemisferios. Dejamos de estar excesivamente involucrados en uno u otro estado (activo ó relajado). Equilibramos nuestro lado solar y nuestro lado lunar.

Nuestro cuerpo, sabio como es, realiza ese equilibrio de manera automática, sin que  lo percibamos a lo largo del día. De este modo, cada dos horas aproximadamente, respiro mejor por una fosa nasal que por otra. La cuestión es que, dada la desconexión con nuestro interior, el estres diario y nuestra rígida percepción de las cosas, es necesario echar una mano a nuestro cuerpo para ayudarle a armonizar. Y ello comienza con una respiración consciente.

La Respiración Alterna es sólo una de los varios ejercicios de respiración que realizamos en Yoga. En Yoga no respiramos como autómatas, sino sintiendo y observando qué sucede en nuestro interior mientras la realizamos.

Si realmente tomara consciencia de mi respiración y dotara a mi cuerpo del oxígeno que me pide en cada inhalación, y soltara cada exhalación pausadamente, mi cuerpo estaría más saludable. Pero no únicamente mi cuerpo físico, sino también mi cuerpo emocional y energético. A fín de cuentas, todo es uno, todo está conectado, no hay separación más que aquella que crea mi mente.

Toma consciencia de lo importante que es respirar. Cada vez que haces una respiración consciente, estás ayudando a tus células a realizar un trabajo de construcción, reconstrucción y desecho. No olvides que nuestro cuerpo es lo que nos sujetará durante toda nuestra vida. Cuanto más conozcamos y respetemos sus procesos internos, mejor nos responderá.

Respira. Nutre tu cuerpo, nutre tu alma.


viernes, 17 de enero de 2014

Simple y efectivo




Simple como la vida y al alcance de todos.
Jengibre, miel y limón. Tres grandes alimentos curativos.
Un jarabe natural para combatir los resfriados y mucosidades del invierno:

Pon en un frasco unas rodajas de limón y unos trozos de jengibre. Cúbrelos con miel. Tápalo y deja que macere unos días (puedes acelerar el proceso si exprimes el zumo del limón). Tendrás un estupendo jarabe para suavizar la tos y para ayudar en los procesos de resfriados y mucosidades. Puedes tomar una cucharadita de la mezcla cuando te apetezca o bien puedes diluirla en agua caliente, de este modo tendrás una estupenda infusión.


Muros vivos




Las piedras de granito se dejan adornar por un tapiz de mullido musgo. Musgo que convive, que comparte espacio con otras especies. Observando cómo fluye en ellos la vida, una toma distancia de sus propias corazas y se siente ajena al mundanal ruido... Y por unos instantes, recuerda lo que es llegar a conectar con la propia esencia.
Muchas gracias a la lluvia cómplice de esta belleza.


miércoles, 15 de enero de 2014

Mostrarnos completamente





Tus pensamientos y sentimientos son únicos. Son tan únicos y diferentes que pueden llegar a asustarte. No se parecen en nada al de ninguna otra persona y eso te hace especial. No eres ni mejor ni peor que nadie sino que lo que eres aporta algo que ninguna otra persona puede aportar. Tu forma de ver y entender el mundo puede hacer que todo vaya mejor. Eres importante tal y como eres. Cada vez que te muestras haces que todo a tu alrededor vaya mejor, sea mas intenso y mas interesante.

Esto no quiere decir que tus pensamientos o sentimientos sean  completos o perfectos. Continuamente estamos evolucionando, contrastando las nuevas experiencias con las vividas y evaluando nuevos conceptos. Cada vez que nos expresamos le estamos dando la oportunidad a nuestra mente de avanzar en ese proceso, a la vez que le mostramos a alguien donde estamos y como estamos percibiendo la vida

Y esto es precisamente una de las cosas que amamos; el conocer a alguien, el entrar en contacto con su fascinante proceso y que en definitiva, que nos deje compartir su crecimiento. No estamos esperando que las personas sean perfectas sino que nos dejen conocerlas y formar parte de su proceso.

Cualquiera que este cerca de niños o niñas en un ambiente relajado podrá darse cuenta de esto con facilidad.

¿Has podido conectar con alguna peque? ¿has visto cuanto deseaba mostrarte sus cosas?

  
Desde muy peques es lo que intentamos. Nos encanta mostrarnos, compartir lo que estamos aprendiendo, como nos sentimos, lo que hacemos, todo. Es nuestra manera natural de comunicarnos y conectar, de mostrarnos, aprender y disfrutar la vida.

Aun así, hoy en día nos cuesta  mostrarnos, contar lo que realmente pensamos o incluso saber que es lo que pasa por nuestra cabeza, sentimos o deseamos. Esto es fácil de comprender si echamos  un vistazo atrás.

Desde muy peques nuestro entorno nos ha empujado a que no nos mostremos,  no sintamos, demos respuestas “acertadas  y correctas”,  callásemos, esperásemos el momento “adecuado”, etc etc.   

Este sistema opresivo en el que vivimos necesita mantener la rueda de la producción –consumo a un ritmo inhumano, donde todo lo que no sea producir no es valorado y apreciado, y por consiguiente, es castigado, rechazado, y maltratado.

Las emociones pagan un gran precio en este sistema.  No son comprendidas ni entendidas. No se aceptan y desde nuestros primeros días de vida se nos somete a un duro entrenamiento para que dejemos de mostrarlas.

Con el tiempo, a base de miles de mensajes vamos internalizando que no debemos de enseñar lo que sentimos, que no es correcto, que es mejor esconderlo, que es  peligroso o se nos va a rechazar si lo hacemos o lo que incluso es peor, que algo esta mal dentro nuestro.

Cuando un mensaje se internaliza ya no hace falta que nadie te diga lo que tienes que hacer o dejar de hacer, sentir o no sentir, tu propia mente ya se encarga de repetir esos mensajes para que no te muestres: –“se fuerte”, “disimula”, “acéptalo” y/o “a seguir funcionando que no es para tanto”, etc. Tu mente ha grabado todos esos mensajes, y de forma consciente o inconsciente los repite, dificultando que puedas mostrar lo que sientes o piensas con la intensidad que realmente quieres.


Necesitamos las emociones. Es parte de nuestro proceso evolutivo y sin ellas nos estancamos rápido. Necesitamos volver a pelear por mostrarnos completamente en todo momento y ser conscientes de que esto no va a ser un camino fácil. Necesitamos prepararnos para este reto y entender como tenemos que enfrentarlo.

Cuando intentemos mostrarnos plenamente tendremos que enfrentar miedos, inseguridades, impotencias, vergüenzas, tensiones y otra serie de sentimientos que se han ido grabando en nuestro organismo y ahora dificultan el  proceso natural de mostrarnos.

Nuestra habilidad se ha visto interrumpida, hemos internalizado miles de mensajes que dificultan que nos mostremos interrumpiendo nuestra propia deriva. Al mismo tiempo seguimos teniendo una enorme necesidad de expresarnos. Todas las personas estamos afectadas por esta doble situación de querer y no poder. Así que cuando nos relacionamos tenemos dificultades para conectar, para arriesgarnos a mostrar lo que realmente somos y estamos viviendo. Nuestras dificultades internalizadas y las de la persona que tenemos en frente entran en juego; la competencia por la atención,  la urgencia por sacar nuestro tema, la falta de concentración para escuchar, etc se hacen visibles. Nuestros mensajes se activan y nos dicen que no podemos mostrarnos tanto como deseamos, que el ambiente no es el correcto para poder hacerlo, que seria vergonzoso, humillante, incomprendido, o incluso que no es un buen momento, que si lo hacemos incomodaremos a la otra persona, o que quizás sea mas importante atender a la otra persona y quedarnos en un segundo lugar…

Sabemos que hay grandes dificultades en el camino de recuperar nuestra habilidad de expresarnos, pero también sabemos que estos mensajes nos suelen ser acordes a la realidad presente y más bien son fruto de viejos recuerdos donde no supimos o no estábamos preparados para manejar ciertas situaciones.

Ahora ya sabemos como liberar nuestras mentes de esas viejas ataduras, la importancia de los procesos de descarga emocional y su influencia en la evaluación de viejas situaciones, la importancia de organizarnos equitativamente para poder apoyarnos a hacer esto y la gran influencia que esto tiene para luego manejarnos mejor en esta compleja sociedad.

Texto escrito por Oscar Argumosa (Presidente y coordinador responsable de Permacultura Cantabria. Experto en bioconstrucción y en gestión emocional.)  

Oscar realizará un interesante Taller de Gestión Emocional en Ourense que os recomiendo personalmente, el 10 y 11 de Mayo de 2014. Os dejo el enlace con la información:

sábado, 11 de enero de 2014

Invierno y Ayurveda



El invierno es una época fría, en la que la nieve y el hielo tienen una mayor presencia en la naturaleza. Los elementos tierra y agua, que configuran lo que en Ayurveda denominamos Kapha dosha, están muy presentes en esta época del año, lo cual afecta a nuestro entorno y por supuesto a nosotr@s como integrantes de la naturaleza

En esta época la mucosidad se va acumulando en nuestro organismo. Al igual que la nieve se condensa en las montañas, la mucosidad hace lo propio dentro de nosotr@s, y no solo la mucosidad, también la grasa. En esta época son comunes los resfriados, las congestiones de pecho y nariz, la retención de fluidos, la pesadez, la pereza, el exceso de sueño…

Para contrarrestar estos desequilibrios, el Ayurveda propone una dieta en la que incrementemos los sabores ligeramente picantes y calientes (aumentan el fuego digestivo, dan calor al cuerpo y ayudan a deshacer la mucosidad).
Procura tomar los alimentos cocinados, y evita los alimentos crudos y los lácteos en exceso si tienes tendencia a la mucosidad. Evita siempre las bebidas frías y raciona el consumo de alimentos dulces.


Una buena infusión para esta época es la de jengibre con canela o con cardamomo, e incluso con pimienta negra, endulzada con un poquito de miel. Aportarán a nuestro cuerpo ese toque picante y caliente que necesita. Podemos tomarla a lo largo de todo el día.

Intenta cenar lo más pronto posible y procura acostarte antes de las 10 de la noche y levantarte temprano para que el cuerpo se encuentre activo y evite caer en la letargia, la pereza y el desánimo.

Procurar realizar una rutina activa de movimiento para balancear la tendencia natural a la letargia de esta época. Comenzar el día con la respiración energizante Kapalabhati, y continuar con unos cuantos “Saludos al Sol”, son una estupenda forma de aumentar los niveles de energía y el calor en el cuerpo, ayudándole en sus procesos de activación y descongestión.

Y, por supuesto, el automasaje con aceite de sésamo templado antes de un baño o ducha calentito, nutrirá nuestra piel y aportará ese calor que nuestro cuerpo necesita, beneficiando a nuestro sistema físico y emocional.

Tu momento de cambio es este preciso momento


 Todos los acontecimientos que hasta el momento te han sucedido en tu vida han sido creados por los pensamientos y las creencias que tenías en el pasado. Fueron creados por las cosas que pensaste y las palabras que dijiste ayer, la semana pasada, el mes pasado el año anterior, hace diez, veinte, treinta, cuarenta o más años, según la edad que tengas.

Sin embargo, eso es tu pasado; está hecho y acabado. Lo que importa en este momento es lo que tú decidas pensar y decir AHORA MISMO, porque esas ideas y esas palabras han de crear tu futuro. Tu momento de poder es este presente en que tú estas formando las experiencias de mañana, de la próxima semana, del próximo mes o del año que viene...

Tal vez tengas conciencia de lo que estás pensando en este momento. ¿Es un pensamiento positivo o negativo? ¿Quieres que ese pensamiento esté determinando tu futuro? Pregúntatelo, date cuenta de ello.

Louise L. Hay

viernes, 3 de enero de 2014

Sufres porque te apegas



Buda nos dejó la siguiente enseñanza: "La base del sufrimiento son los apegos"

¿A qué estás apegado tú? ¿A un coche, a una casa, a un amor, a un hijo, a una relación imposible, al dolor, al sexo, al dinero, al gimnasio, a un cuerpo perfecto, al yoga, a la comida, a las terapias...?

Apegarse a algo implica no dejar fluir. Supone querer mantener todo (cosas, personas, relaciones) tal y como tú quieres que estén. Implica querer controlar contínuamente todo lo que está a tu alrededor para que tu "felicidad" se mantenga.
Pero... inevitablemente nada es duradero. Todo está en contínua transformación. Lo que hoy es un trabajo fijo, tal vez mañana sea un despido. Lo que hoy es una relación perfecta para alguien, tal vez mañana no lo sea. Todo está en contínuo cambio y movimiento. Si nos aferramos a algo queriendo que permanezca igual, nos producirá inevitablemente sufrimiento: el hijo que se va de casa para vivir sus propias experiencias, el amor que decide dejarnos por la razón que sea, el coche que deseamos tener y no podemos, los amigos que dejamos, las personas queridas que han fallecido...

El sufrimiento desaparece cuando desaparecen los apegos.

Desapego no significa no querer a las personas, sino todo lo contrario: significa practicar el amor incondicional, respetar sus procesos. Es decir, quiero mucho a mi hijo, pero mi amor incondicional permite que se vaya, que haga su propia vida, que siga su camino sin apegarme a él, sin querer controlarle ni chantajearle emocionalmente para que esté a mi lado. Supone entender que mi amor es tan grande que permito que vuele, y que se equivoque, y que acierte, y que transiste su vida al igual que yo he tenido y tengo la ocasión de transitar la mía.

Y este ejemplo del hijo sirve también para el resto de relaciones: amigos, parejas... y para personas que han fallecido. No tiene sentido sufrir por los que se han ido, son apegos innecesarios. Ellos han seguido sus caminos. Estuvieron en nuestra vida el tiempo que fue necesario para ellos y para nosotros. Nos dejaron sus enseñanzas y nosotros les dejamos las nuestras. Hay que dejar ir para dejar de sufrir. La vida fluye y continúa cambiando aunque yo siga aferrada y resistiéndome a los cambios.

Y por supuesto, el desapego se amplia a lo material, a las cosas, a los deseos de tener algo... Ese sufrimiento que produce el ansia de desear y no tener, de conservar los bienes, de tener más cosas...

Poco a poco uno va tomando consciencia de la práctica del desapego. Poco a poco la vida nos va llevando a cada uno de nosotros al momento justo en el que nos damos cuenta de que lo que nos hace felices no es la situación que nos rodea, sino los pensamientos que hay en nuestra mente.

 Desapégate. Suelta. Entrega. Deja partir. Fluye. Vive el presente. Sin peso del pasado. Sin expectativas para el futuro. Sabiendo que todo es pasajero. Sin poses. Sin miedo. Sin culpas.