lunes, 14 de octubre de 2013

Vivir como las flores




-“Maestro, ¿Qué debo hacer para sentirme bien?
Algunas personas hablan demasiado.
Otras son ignorantes.
Otras, indiferentes.
Odio a las mentirosas y
sufro con las que calumnian”.

-“Pues, vive como las flores”, le dijo el maestro.

-“¿Cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

-“Pon atención a esas flores”,
continuó el maestro, señalando unos lirios
que crecían en el jardín.

“Nacen en el estiércol y sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo amargo de la tierra manche la frescura de sus pétalos.
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden.

Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos.
Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarte …
Ejercita, pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene de afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.
Entonces te harás bien a ti.

Eso es vivir como las flores”.



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