miércoles, 25 de junio de 2014

Sin negarme a crecer



He aprendido a aceptar la vida como viene.

Cada instante es una oportunidad de experimentar algo que la vida me pone delante. Rechazarlo es sólo aplazarlo. Porque la vida nos quiere tanto, que si insistimos en no vivir lo que nos muestra, nos volverá a poner delante la misma experiencia una y otra vez para aprender de ella, para vivirla, para transitarla de una vez.

Hablo de resistencias, hablo de sufrimientos, pero también hablo de alegrías, de amores y de bailes bajo las estrellas... Hablo de comprender que resistirse al cambio, resistirse a la transición, resistirse a lo nuevo, no es más que un aplazamiento en mi crecimiento. Es una negación a la vida.

Soy responsable de mi vida, y por ello, me comprometo a vivir cada instante que ella me ofrece aprendiendo y disfrutando de este regalo.

No puedo rechazar la vida. Sería como negarme a crecer.

Con amor,
Ángeles

No hay comentarios:

Publicar un comentario