viernes, 31 de marzo de 2017

A tu Ser



Carta a tu Ser, a tu persona y a tu personaje:

Momentos de dolor, de rabia, de tristeza, momentos de duda, de confusión, de incertidumbre de perplejidad, de desesperación… Mi alma ha podido sostener estos días todo ello a duras penas, envuelta en un huracán inesperado…

Y en este instante, en este pequeño momento de calma, puedo encontrar una rendija que me ilumina un trocito de corazón, como una luciérnaga en una noche oscura. Un instante que me conecta con mi alma… y con la tuya… para decirte, a través del viento, lo que siento en este momento

…Desde la convicción que me surge desde un lugar inesperado pero verdadero, decido quedarme con tu Ser. No con tu personaje.

Porque cuando has dejado a un lado a tu personaje, he podido contactar con tu Ser de verdad. Con tu Yo verdadero.

Por eso, ahora, decido distanciarme de ti, del personaje. Porque es tu personaje el que está más presente, el que ha ido ganando más peso con los días, con los meses… Y lo comprendo. Comprendo al personaje. Desde anoche, cuando la calma me acompaña, lo puedo vislumbrar, y me crea ternura y tristeza, porque en lo profundo está muerto de miedo, utilizando sus defensas y sus resistencias para estar aquí, para no confrontar aquello que realmente le remueve…

Por eso tu personaje buscó una vez más la representación del mismo papel, con otros actores, con otro escenario, pero donde tú, el protagonista, volvías a repetir los mismos finales…

Puedo ver el atrapamiento del personaje, y sé que tú también lo ves. Pero aún no tienes la valentía de enfrentarte a él,  de mirarle a los ojos, abrazarle y dejarle ir…  Y puedo entenderlo, por el dolor que supondría desprenderse de ese “yo” que te ha acompañado prácticamente toda una vida, y con quien te has identificado. Porque sería quedarse desnudo, vulnerable... quedarse expuesto a corazón abierto

Creemos que conducimos nosotros al personaje, pero en realidad somos esclavos de él. Romper sus cadenas es muy doloroso y largo. Supone romper con todo y descubrir lo que somos en realidad, y sentir los regueros de dolor que nuestro personaje dejó en uno mismo y en los demás...

Por ello, no quiero tener contacto con tu personaje. Porque su actuación ya no me llena, ya no puedo creérmela. Por eso, me salgo de su encuadre, de su escenario. Si en algún momento puedes tomar valor y romper de verdad la imagen y el discurso del personaje, solo entonces, será cuando pueda acercarme a tu persona. A tu autenticidad. 

Decido ahora quedarme con tu Ser. El auténtico. El que hizo aparición en ocasiones. Me quedo con lo sublime de esos momentos, con los momentos verdaderos que viví con él. Porque es con él, con tu Ser con mayúsculas, con quien siento que sigo en contacto

Con amor,

Ángeles