miércoles, 30 de septiembre de 2015

Suelta tu llanto




Tal vez estés pasando por un "mal" momento. Tal vez las dudas y la frustración son tus compañeras de camino en este instante. Tal vez sientas que no eres afortunada, afortunado... Tal vez sientas que, a pesar de que intentas cambiar, tus esfuerzos sólo te agotan. Que tu lucha por un mundo más justo esté perdida, que no queda esperanza...

Puedo saborear contigo el amargo sabor de sentirte sola, solo, de sentirte cansada y derrotado... Conozco esa presión en el pecho y en la garganta que claman por lanzar un grito desesperado, por mandarlo todo a la mierda...

De nada sirven las palabras de consuelo, o las que escuchas diciéndote cómo tienes que hacer para salir de ese estado... Maldices las frases que te llegan de pensamiento positivo, porque en ellas no encuentras más que una pantalla mental que no calan en el dolor que siente tu alma...

Sé cómo te sientes en este momento, porque yo también lo transito por momentos... No te voy a contar lo que tienes que hacer, porque yo no lo sé... porque yo sólo tengo respuestas para mí. Y porque sólo tú tienes tus respuestas. Tu propia sabiduría interior...

Sólo puedo decirte que tu guerra interna está dando paso, aunque ahora no lo puedas ver, a reconocerte y buscar respuestas hacia aquello que realmente sientes y crees desde la honestidad de tu corazón.

Crecer, con conciencia, a veces duele. Pero profundiza en la autenticidad y honestidad conmigo misma. Contigo mismo.

Deja ahora que esta música alimente tu alma... Déjate mimar, acunar, deja que tu Ser se rinda a las resistencias y que suelte su llanto:
https://www.youtube.com/watch?v=ul1vtZfRX2g

 Ángeles 



miércoles, 23 de septiembre de 2015

... Y llegó Mabon



Me llegan los erizos de los castaños próximos a soltar su preciado tesoro. Me llegan las nueces que han caído antes de tiempo de los nogales que bordean el río. Me llega el continuo movimiento de tractores cargados del fruto dionisíaco parido por estas tierras.
Olor a vendimia... Olor a uvas, cuyo zumo dormirá un tiempo en el vientre de la cuba gestando su transformación. Olor a recogida, a interiorización... Olor a ciclos de la naturaleza que se van y  regresan, con los que muero y vuelvo a renacer...

Olor a Mabon... Equinoccio de Otoño. Entrañas celtas latentes bajo las formas cotidianas que respiro, día a día, en esta tierra gallega.

Ángeles 


martes, 15 de septiembre de 2015

Negra Luna



La luna me afecta.

Formo parte de esta naturaleza cíclica y no puedo evitar que ella me envuelva.
Tres días de Luna Negra. Días de oscuridad que me permiten ir hacia dentro para verme en mi lado más verdadero. Aquel que no quiero ver normalmente porque los velos de luz me mantienen en una bonita, pero fantasiosa alfombra voladora.

Es ahora el momento de ver el reclamo de mi verdadero Yo.

Sin falsos victimismos, sin rodeos, con el dolor necesario que produce verme desnuda de adornos auto impuestos, despojada de complacientes promesas que me hago y que solo ocultan el no querer ver todo lo que realmente puedo hacer por soltar mis cómodas capas de resistencia.

Este momento de Luna Negra ayuda a que ese Yo empuje con fuerza desde mi interior.  No el "Yo" de los libros de  auto ayuda. No. Sino una fuerza que viene apareciendo desde hace ya tiempo en pequeñas dosis y que empuja por salir con toda su intensidad.

Magma de la Madre Tierra gestándose en la oscuridad del vientre a la espera de brotar en cualquier momento como puro volcán.

Verdad y autenticidad forjándose desde lo más profundo de las entrañas.

Ángeles 


viernes, 4 de septiembre de 2015

Sabio Carballo


... Y esta mañana salió a mi encuentro un roble centenario de ancho y alto porte.

Soportaba sin inmutarse los fuertes tentáculos de las enredaderas adheridas como lapas a su cuerpo, dejando marcada su fisonomía. Busqué con mucha atención los escasos huecos en los que poder vislumbrar su bella y agrietada corteza.

Sus raíces, que imagino extensas, fuertes, profundas y la robustez de su tronco, lo mantienen firme y poderoso, alzando sus ramas muchos metros... tantos, que ni la enredadera más empedernida llegará nunca tan alto.

Ángeles