martes, 31 de enero de 2017

Temazcal de invierno




Invierno.
Sigue latente el descanso. El de la tierra, de los árboles, de los animales... Salvo el de los humanos.
La naturaleza invita a bajar el ritmo, a acurrucarnos y escuchar nuestros propios latidos... Pero seguimos activos, conectados a un contínuo hacer, a un imparable caminar y a una incansable búsqueda externa...

Y resulta que todo es mucho más sencillo... 
Acurrucarse al calor, en el vientre de la madre tierra, acunadas por los cantos, por la energía de las abuelitas piedras... Acurrucarse en la escucha y en el encuentro hacia una misma...

Temazcalito, espero impaciente tu encuentro.
Temazcal, que me desnudas el alma

Ángeles