sábado, 8 de febrero de 2014

Sé una flor de loto




La semilla del loto germina en lo más profundo de la oscuridad, en el lodo más denso del estanque, en un entorno frio, fangoso y duro. "¿Para qué voy a intentar seguir hacia adelante? la vida no merece la pena" -podría pensar la semilla en esas condiciones-. Sin embargo, se arriesga, sobrepasa sus miedos y decide abrazar lo desconocido. Y es así cómo va creciendo, echando raíces en la más absoluta oscuridad lentamente, traspasando pacientemente el agua turbia sin saber qué le espera a cada momento... hasta que un día se sorprende a sí misma asomándose a la clara y limpia superficie del estanque, a la luz de un maravilloso sol. Y es en ese momento cuando, con la sabiduría que le ha reportado la experiencia de la oscuridad, se abre bella y espléndida ante la vida.

Este es el motivo por el cual la flor de loto es la imagen más utilizada en las filosofías orientales, porque nos enseña cómo fue necesario transitar duros procesos de oscuridad para alcanzar la plenitud.


Sé flor de loto 


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