Carta a tu Ser, a tu persona y a tu personaje:
Momentos de dolor, de rabia, de tristeza, momentos de duda,
de confusión, de incertidumbre de perplejidad, de desesperación… Mi alma ha
podido sostener estos días todo ello a duras penas, envuelta en un huracán
inesperado…
Y en este instante, en este pequeño momento de calma, puedo
encontrar una rendija que me ilumina un trocito de corazón, como una luciérnaga
en una noche oscura. Un instante que me conecta con mi alma… y con la tuya…
para decirte, a través del viento, lo que siento en este momento
…Desde la convicción que me surge desde un lugar inesperado
pero verdadero, decido quedarme con tu Ser. No con tu personaje.
Porque cuando has dejado a un lado a tu personaje, he podido
contactar con tu Ser de verdad. Con tu Yo verdadero.
Por eso, ahora, decido distanciarme de ti, del personaje. Porque
es tu personaje el que está más presente, el que ha ido ganando más peso con
los días, con los meses… Y lo comprendo. Comprendo al personaje. Desde anoche,
cuando la calma me acompaña, lo puedo vislumbrar, y me crea ternura y tristeza,
porque en lo profundo está muerto de miedo, utilizando sus defensas y sus
resistencias para estar aquí, para no confrontar aquello que realmente le
remueve…
Por eso tu personaje buscó una vez más la representación del
mismo papel, con otros actores, con otro escenario, pero donde tú, el
protagonista, volvías a repetir los mismos finales…
Puedo ver el atrapamiento del personaje, y sé que tú también
lo ves. Pero aún no tienes la valentía de enfrentarte a él, de mirarle a los ojos, abrazarle y dejarle ir… Y puedo entenderlo, por el dolor que
supondría desprenderse de ese “yo” que te ha acompañado prácticamente toda una
vida, y con quien te has identificado. Porque sería quedarse desnudo,
vulnerable... quedarse expuesto a corazón abierto
Creemos que conducimos nosotros al personaje, pero en
realidad somos esclavos de él. Romper sus cadenas es muy doloroso y largo. Supone romper con todo y descubrir lo que somos en realidad, y sentir los regueros de dolor que nuestro personaje dejó en uno mismo y en los demás...
Por ello, no quiero tener contacto con tu personaje. Porque
su actuación ya no me llena, ya no puedo creérmela. Por eso, me salgo de su
encuadre, de su escenario. Si en algún momento puedes tomar valor y romper de
verdad la imagen y el discurso del personaje, solo entonces, será cuando pueda
acercarme a tu persona. A tu autenticidad.
Decido ahora quedarme con tu Ser. El auténtico. El que hizo
aparición en ocasiones. Me quedo con lo sublime de esos momentos, con los
momentos verdaderos que viví con él. Porque es con él, con tu Ser con
mayúsculas, con quien siento que sigo en contacto
Con amor,
Ángeles ♥
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