domingo, 23 de febrero de 2014

Poniendo nombres

Obra: "Esto no es una pipa"-René Magritte


Hace unos días, viendo un documental, unos científicos encontraron una pequeña especie de pez hasta ahora desconocido. Dijeron: ¡Hemos descubierto una nueva especie!  Y entonces me pregunté: ¿Nueva especie descubierta? Probablemente lleve miles de años en el planeta, al igual que muchas otras especies que aún no se han descubierto ni se descubrirán.
La manifestación de la vida es infinita en formas y modos y está resurgiendo y cambiando en cada momento. Controlar todo eso es imposible. Y eso nos asusta tanto, que en cuanto encontramos algo nuevo, enseguida le ponemos nombre, lo clasificamos y si podemos lo patentamos como propio. ¿Por qué? Porque nos aporta la tranquilidad de conocerlo, de tenerlo todo controlado, de continuar viviendo en un espacio seguro.

Pero nuestra visión es tan limitada que no somos realmente conscientes de toda la inmensidad que nos rodea. Intentar abarcar todo ello es imposible, aunque creamos que nuestro mundo está formado por todo aquello a lo que alguien puso nombre en algún momento.

Por eso le ponemos nombre y clichés a todo, porque nos da vértigo lo desconocido. Nuestra mente no quiere dejarse llevar hacia esos espacios nuevos, imprevisibles e incontrolables. Porque teniendo todo ordenado, clasificado y controlado, ella -la mente- seguirá teniendo el poder sobre mí, y no dejará espacio a que sea yo quien cree mis propios espacios. Y cuando esto sucede, no soy yo quien está tomando la responsabilidad de mi vida, sino que estoy dejando que sean mis pensamientos -a menudo basados en creencias que otros me han impuesto- los que lleven las riendas de mi vida.

Observa a tu alrededor, y simplemente dejate llevar. No importa cómo se llamen las cosas, no importan los conceptos, ni quién los descubrió. Lo que realmente importa es lo que sientes ante esa observación, sea una cosa, una vida o una vivencia. No te pares sólo ante lo conocido. Deja que la vida te sorprenda sin ponerle nombre, ni clasificaciones a lo que estás viviendo. Hay un mundo infinito por descubrir al que no hay que tener miedo aunque nadie le haya puesto -o tal vez sí- un nombre.

Namaste
Ángeles

No hay comentarios:

Publicar un comentario