Manipura Chakra o Chakra del plexo solar, está situado energéticamente entre el ombligo y la boca del estómago. Se corresponde físicamente con las glándulas suprarrenales y con los procesos depurativos del cuerpo y limpieza de toxinas
Manipura es el tercer chakra, cuyo elemento simbólico es el fuego. Con el primer y segundo chakra deberíamos haber trabajado ya lo material, lo instintivo, las relaciones y la creatividad. Ahora nos toca dejar fluir la voluntad.
En este centro energético reside el poder personal capaz de transformar nuestra vida. Es un punto en el que se une intención, voluntad e intuición. Las preguntas que me tengo que hacer para saber si en este ámbito de mi vida todo fluye son: ¿estoy donde quiero estar?, ¿lo que estoy haciendo me satisface existencialmente?
Respondernos a estas preguntas con sinceridad nos dará la clave de si estamos actuando en concordancia con lo más profundo de nuestro ser, es decir, con aquello que realmente sentimos desde nuestra esencia que tenemos que hacer.
Es el encuentro de un plan de vida, pero no enfocado únicamente a subsistir en el mundo material con un trabajo cualquiera, sino encaminado a encontrar un sentido a nuestra vida haciendo lo que sentimos que podemos hacer desde nuestra propia aportación interior.
Por ello, para conseguir fluir en este centro, nuestra voluntad tiene que estar trabajada desde mucho antes, con una autoestima sana y capaz de tomar las riendas de nuestra vida sin que la influencia de los demás nos condicione.
Este chakra también es el de las emociones, pues cuando existe alguna emoción o dolor reprimido, este centro se bloquea, no solo energéticamente, sino también físicamente. Por ello, es muy común sentir, cuando estamos angustiados o algo nos preocupa en exceso, un dolor o malestar en la boca del estómago que bloquea nuestro diafragma y nos impide respirar plenamente. Por ello es muy importante una buena gestión de nuestras emociones, sanando nuestra autoestima y relacionándonos con las personas de una forma sana y equilibrada para tener una mayor claridad mental para, a través de una voluntad firme, adquirir la fuerza y motivación necesarias realizar aquello que me satisface desde el corazón.
Posturas de yoga como Dhanurasana (el arco), Bhujangasana (la cobra) o Setubandhasana (el puente), nos ayudarán a trabajar este centro, pero ante todo, lo que cuenta es nuestra actitud ante la vida, observándonos a nosotros mismos y siendo sinceros con lo que vemos. De este modo podremos comenzar a ir limpiando y sanando aquello con lo que sentimos disonancia en nuestras vidas, para ir alcanzando esa intuición y fuerza para estar en el mundo siendo lo que realmente somos. Pura conciencia, creatividad y amor.
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