No queremos soltar nuestra comodidad.
Nos creemos tan prepotentes que pensamos que somos nosotros,
esta sociedad de la tecnología, de los avances, de la "new age", y de
esta nueva espiritualidad y crecimiento personal, los salvadores del mundo. Y
mientras me creo eso y sigo con mi "culo bien a salvo", dejo de mirar
la desigualdad q me rodea. Y como no la miro, como no me toca, me sigo mirando
el ombligo y no me implico en un cambio posible y real, porque es incomodo y me
haría renunciar a muchas cosas.
Es mejor creer que hago cambios desde mi comodidad, desde mi
falso mundo... Y desde ahi solo consigo alimentar más el sistema de injusticia
y desigualdad. Eso si, me creo que estoy aportando cambios, cuando solo estoy
alimentando mi ego y aportando basura a este mundo... Eso si, basura perfumada
y disfrazada de mundo feliz.
Así me veo a mí misma y a la sociedad en la que vivo. Siendo
consciente de la comodidad en la que me escondo para no hacer los cambios
reales y posibles que sé que podría hacer...
Porque sólo por el hecho de ser humana, tengo la capacidad
de accionar un cambio comenzando por quitarme la venda que yo solita me he
puesto para no ver aquello que me molesta o me duele de este mundo...
Tomar la responsabilidad que me corresponde. Dejar de
escurrir el bulto y despertar para no dejarme arrastrar por ese ente abstracto
al que llamamos "sociedad". Cuestionar por qué estoy sometida a sus
dictámenes y comenzar a romper las ataduras que no encajan con mi visión humana
y solidaria.
Sólo desde ahí es desde donde puedo comenzar a crecer con
todo lo que ello implica: miedo a perder la comodidad, miedo a expresar lo que
realmente pienso, miedo a ser rechazada... Ese es el verdadero camino de la
Guerrera... Y el único que siento honesto... Y el único que me hace temblar por
la valentía que supone el caminarlo...
Con amor y convicción,
Ángeles