sábado, 19 de enero de 2013

¿Qué es la meditación?


Consciente o inconscientemente, todos, en algún momento, buscamos que nuestra mente esté tranquila y nuestro cuerpo esté en paz, al menos durante unos instantes. Todos tenemos nuestra propia manera de hallar esa paz, nuestros propios hábitos de meditación: desde la abuela que teje pacientemente una colcha, hasta la persona que trabaja con mimo su pequeña huerta, olvidándose del paso de las horas. Porque, cuando la atención está totalmente absorta, la mente guarda silencio. Cuando conseguimos restringir nuestros pensamientos a un solo objeto o acción, el incesante parloteo interno de la mente se detiene.

Y en realidad, la satisfacción que sentimos cuando la mente está absorta, no proviene tanto de la actividad que estemos haciendo, sino del hecho de que al concentrarnos, olvidamos nuestros problemas y preocupaciones.

Pero estas actividades no pueden aportarnos más que un breve espacio de paz, que dura mientras estemos interesados en ellas. Una vez que la mente se vuelve a distraer, regresa a su rutina de vagar sin rumbo, viajando entre recuerdos del pasado e inquietudes o sueños del futuro, e impidiendo centrarnos en el momento presente.

Por ello, para lograr una satisfacción más perdurable, es necesario entrenar la mente con la meditación.

La meditación es la práctica mediante la cual hay una observación constante de la mente. Esto significa enfocar la mente en  un punto y silenciarla para percibirse a sí mismo. Al detener la marea de pensamientos, llega uno a entender su verdadera naturaleza y a descubrir la sabiduría y la tranquilidad que lleva dentro.

Al concentrar la dispersión de la mente, al conseguir que no nos distraiga con pensamientos pasados ni futuros, se refuerza la voluntad y el pensamiento se aclara y concentra más, de modo que afecta de manera más positiva a todo lo que hacemos en nuestra vida, a nuestras decisiones, elecciones, pensamientos...

La práctica de la meditación requiere tiempo para empezar a notar sus beneficios. Lo importante es introducir esta práctica diariamente en nuestra vida, auque solo sean unos minutos antes de irnos a dormir, o al amanecer, para comenzar a sentir que nuestra mente deja de intervenir contínuamente y logrando, de este modo, una mayor armonía y calidad de vida.

"La meditación no se logra facilmente. Un árbol hermoso crece con lentitud. Es necesario esperar el florecimiento, la maduración del fruto y el sabor definitivo" (Swami Vishnu-Devananda)

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