Todo lo que existe en la naturaleza contiene los cinco elementos. Eter, Aire, Fuego, Agua y Tierra están presentes en cada planta, en cada piedra, en cada uno de nosotros. Todos tenemos una parte de esos cinco elementos, pero en distintas proporciones.
Por ello, hay personas cuyo elemento predominante es el Aire y el Éter, y suelen ser personas que fluctúan como el viento, con infinidad de pensamientos y proyectos, cuya imaginación vuela constantemente.
Hay personas en las que predomina el Fuego y el Agua, personas precisas y racionales con metas claras.
Y hay personas en las que la Tierra y el Agua predominan. Son aquellas conformistas y pacíficas, que no suelen alterarse facilmente.
Cuando una persona no está en equilibrio con sus propios elementos, surge el malestar y si no se corrige, con el tiempo derivará en una enfermedad.
Hay que empezar a escuchar a nuestro cuerpo. Él es sabio y nos da avisos precisos de desequilibrio. Si logramos prestarle atención, podemos corregirlos de una manera sencilla a través de fáciles rutinas que el Ayurveda pone a nuestro alcance.
Una de esas rutinas es una alimentación adecuada. Mediante la introducción de los seis sabores en nuestras comidas, lograremos que nuestro organismo esté en equilibrio.
Los seis sabores son dulce, ácido, salado, astringente, picante y amargo. Cada sabor tiene, como todo en la naturaleza, su proporción de los cinco elementos. Así, por ejemplo, en el sabor dulce predominan los elementos Tierra y Agua, en el sabor ácido los elementos Tierra y Fuego...
Si en nuestras comidas no lograsemos conseguir esos seis sabores, lo podríamos hacer fácilmente complementándolo con las especias. Todo un mundo de sabor, y sobretodo de equilibrio a nuestro alcance. Pero de esto... escribiré en otro momento, pues es un maravilloso mundo por descubrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario