lunes, 11 de septiembre de 2017

Tiempo de Vendimia


                                            

 Lejos de los anuncios que ofrecen  estos días  "Lotes turísticos de Vendimia" con kit exclusivo y día de corte de racimos, saboreo un día de vendimia verdadero, de esos que empiezan a escasear por la mercantilización de todo, hasta de lo más arraigado, que tampoco se salva de las garras de lo banal.



Saboreo este día, sabiendo lo afortunada que soy de vivir este momento sencillo que se ha ido dando año tras año desde que tengo uso de razón. Primero con mi abuelo, y ahora con su descendencia. Soy consciente de lo frágil y bello de este momento, de lo verdadero y de lo que tiene de celebración, de unión y de ayuda mutua.

Por primera vez, miro con corazón y añoranza las viejas cubas del abuelo mientras las uvas recién recogidas están ya en la prensa gracias a las manos amorosas de la familia. Cambian los recipientes que recogen el futuro vino, pero no cambia el alma del proceso, el cuidado en romper las uvas, dándoles tiempo para respirar antes de prensar de nuevo. Me dejo encandilar por la pausa del proceso, respetuoso con los frutos recogidos tras meses de cuidados.

Celebro este día como algo más allá de un proceso anual. Me llega como un gozo de unión con la familia y de comunión con la Tierramadre.

Afortunada me siento 












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